viernes, 9 de julio de 2010

La edad no importa.


Esta tarde he hecho una de las cosas que más me gusta, y me llena: hablar con una persona mayor. Es algo que me encanta, absorver todo lo que la sabiduría de los años va dejando en las personas, sus experiencias y el aprendizaje de ella. Cada palabra que escuchas de un "mayor", es un guía para tu vida, un baremo que te indica si vas bien o donde debes mejorar.

Hoy estuve con una profesora del cole. Me dió clases en parvulitos, y desde aquellas, somos inseparables, a pesar de la distancia. Estuvimos 10 años carteándonos, cuando apenas yo contaba con 13 años, y hemos seguido haciéndolo con los años, ya que ella habitualmente vive en Italia.

Estos días está aqui en la ciudad, porque ha sido operada, entonces aprovecho para ir a verla, y nutrirme . Es como pisar en casa, es como abrazar uno de tus pilares, es una relación que ha ido creciendo con los años, y en la distancia, pero es tan sumamente fuerte, que no puedo compararla, es simplemente mi profe de parvulitos.

Es mayor, está débil, y aquel empuje y energía que la caracterizaron durante años, lo va perdiendo. Me asusta eso, pero 80 años, vividos a su ritmo, son muchos años. Hoy me dado muchas pautas, muchos consejos y bastantes recados. Temo no poder volver a sentarme 2 horas en un banco al fresco, disfrutando de las vistas de la ciudad desde esa casa, desde Montealegre. Por eso hoy he querido referirme a ella, porque me hace crecer.

Escuchar su vida, sus consejos, es como volver al centro, para, reflexionar, y salir de allí con ímpetu nuevo.

Escuchar a nuestros mayores es algo que deberíamos hacer más a menudo, por múltiples razones, pero sobre todo por dos que para mi, son fundamentales: a ellos les mueve la necesidad de contar, muchas veces la misma historia, y saber que alguien cogerá nota de sus lecciones y a nosotros, nos ayuda saber, que la vida no es fácil para nadie, pero que ellos han pasado coas mucho peores, y han salido de ellas. Es fuerza, ánimo y alimento para el espíritu, escuchar las experiencias de la vida de nuestros mayores.

Agradezco a la vida esta amistad, que con 50 años de diferencia nos regala momentos para el recuerdo, como el de esta tarde.

1 comentario:

  1. Magnifico porque es una realidad, hemos dejado de lado la sabiduria, la sencillez y la lucha que llos representan. Gracias por acordarte de ellos

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