Experiencias..

Sufrir la pérdida de un ser querido, a la larga, nos ayuda a crecer como personas, nos hace fuertes y nos enriquece. Me explico.

Si hay algo que he aprendido a raíz de sufrir una pérdida, es a ponerme en el lugar de personas que pasan por lo mismo, o por situaciones similares.


Es cierto que cada uno lo vivimos a nuestra manera, las formas de ser son distintas, las situaciones también y cómo afrontamos la vida, pues también, hay quienes ven siempre el vaso medio lleno y otros medio vacío ante la misma situación.

Pero la empatía, esa sensación de saber perfectamente de que te están hablando cuando alguién vuelca su dolor, es fruto de haber vivido, sufrido ,esa experiencia.

Anoche, hablando con una personita que conocí hace muy poco, pensaba en lo mucho en común que tenemos, lo mucho que nos une haber sufrido una situación similar. Aunque también es cierto, que le doblo la edad, y que mi duelo está superado y asentado y él, apenas está aterrizando en lo que le ha pasado.


Lo peor de estas situaciones es pensar, sentir, que nadie te entiende, que nadie puede saber cómo es ese dolor, que a veces roza el dolor físico que te llena por dentro, esa apatía, ese no verle sentido a nada, a la vida én sí, esa sensación de que todo y todos te abandonan, hasta en el que depositas tu fe, parece que te abandona y no es así. Justo en estos momentos, es cuando más fuerte te tiene cogido.


Ahora mismo caminas por el túnel, pero hay luz, créeme, al final, hay luz, y muchos caminamos contigo y aquí estamos para que vivas este paso, con calma, sereno y rodeado de muchas cosas buenas.



Hoy este post, es para ti. Y con él esta canción.


Feliz cumpleaños..